jueves, 7 de enero de 2016

Anécdotas cortas.

                                                    Cuentos lindos pero cortos.  

Anécdotas cortas.

Esta es otra historia perruna. Cuando mi papá era chico, tenía un ovejero alemán (es una raza de perro grande). Un día, le dieron un poco de gelatina. Y a que no saben lo que pasó... cuando el perro quiso comer la gelatina, se la metió en la boca y la gelatina se resbaló por ente sus dientes y colmillos. Cuando mi papá se lo contó a su familia, todos se rieron. Y es el día de hoy que todavía me río.

Con la colaboración de Claudio, mi papá.

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